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Creencias erróneas

Algunas personas dicen..."Los signos hacen al niño o niña más perezoso y luego no habla"

Está suficientemente demostrado que el uso simultáneo de signos y palabras favorece la comprensión y la expresión del lenguaje oral. Varios autores (Schaeffer,1980; Juárez, 1985; Tamarit,1988, entre otros) han mostrado cómo la utilización previa o simultánea de una comunicación gestual favorece la aparición o el desarrollo del habla (M. Monfort, 2001)
El Programa de Comunicación Total de Benson Schaeffer es de sobra conocido por la mayor parte de las personas que trabajamos con niños y niñas con dificultades de comunicación.
Lamentablemente, esta frase es un tópico y son muy pocos los profesionales que realmente han estudiado y puesto en marcha el programa en su totalidad, y esa es la causa de que la mayoría lo asocien con "lenguaje de signos para niños no verbales" puramente.
 
Algunas personas dicen..."Mi hijo/a es muy independiente. Cuando quiere algo lo coge"
 
La independencia y la autonomía son muy importantes en el desarrollo de un niño o niña, pero cuando hay una alteración en el desarrollo comunicativo, el exceso de autonomía puede frenar la comunicación. 
Cuando estamos frente a una persona que tiene problemas de comunicación, tendremos que hacer lo posible para convertirnos en el instrumento imprescindible para que él pueda obtener lo que desea. Para ello tendremos que provocar  situaciones en las que el niño o la niña tenga que recurrir al adulto para pedirle cosas, poniendo fuera de su alcance aquello que sabemos que más le gusta. 

Algunas personas dicen..."Si lo entiende todo"

Cuando una persona tiene un trastorno de lenguaje, pero cuenta con un buen equipaje de capacidades cognitivas, desarrolla estrategias de compensación para manejarse en el mundo que le rodea. Esto hace que, aunque no comprenda exactamente el significado de las palabras o frases que le decimos, sí que pueda seguir consignas sencillas en entornos conocidos y con personas familiares.
De forma paralela, cuando nos encontramos ante alguien  que presenta un problema de comunicación, es natural que se produzca una "adaptación" a sus dificultades y un trato como si fuera menor de su edad real, por lo que nos da la imagen de un niño o niña más pequeño, y se va perdiendo la referencia de lo que debería hacer a su edad.